Clasificación de los laboratorios según su nivel de seguridad biológica
Nivel 1. Es el nivel de seguridad requerido para los agentes biológicos del grupo I, es decir, los que no producen enfermedad en el ser humano sano y de susceptibilidad conocida y estable a los antimicrobianos. Es el habitualmente utilizado en los laboratorios de prácticas de universidades o centros docentes donde se emplean cepas no patógenas. Se debe trabajar en condiciones mínimas de asepsia y esterilidad. Ejemplos típicos son Escherichia coli, como así también todos aquellos microorganismos que se utilizan en la industria alimenticia, para la elaboración de quesos, cerveza, embutidos, etc.
Nivel 2. En él se trabaja con agentes del grupo II, como así también con algunos que, perteneciendo a la propia flora habitual del hombre, son capaces de originar patología infecciosa humana de gravedad moderada o limitada. Deben ser manipulados por personal especializado y son los que con más frecuencia se estudian en laboratorio de microbiología clínica: Salmonella typhi, Mycobacterium tuberculosis, Virus de
Nivel 3: En este nivel se trabaja con agentes biológicos del grupo III, microorganismos que causan patología grave, de difícil y largo tratamiento, que pueden dejar secuelas. Su propósito es reducir al mínimo la exposición del personal de los laboratorios, otras personas y el entorno a agentes potencialmente peligrosos. El mayor y más frecuente peligro que entrañan éstos es la infección adquirida a través de aerosoles y por fluidos biológicos. Por ello las principales medidas a tomar en este caso son la correcta manipulación y la utilización de cabinas de seguridad (incluidas las medidas de los niveles anteriores como las condiciones mínimas de asepsia y esterilidad, además del uso de batas, máscaras, respiradores, guantes, etc.). En los laboratorios de microbiología clínica los ejemplos más típicos de este tipo de microorganismos son el Virus de la fiebre de Lassa, Brucella spp, Histoplasma capsulatum, etc.
Nivel 4: Este nivel se requiere cuando se procesa con certeza o se sospecha un agente especialmente patógeno e infectocontagioso, que produce alta mortalidad y para el que no existe prevención ni tratamiento o es poco fiable. Normalmente son microorganismos de dosis infectiva baja y alta contagiosidad. Este nivel también puede utilizarse para trabajar con animales de experimentación infectados con microorganismos del grupo IV. Debe trabajarse en laboratorios especiales de máxima seguridad (contención máxima), en los que es necesario ducharse y cambiarse de ropa tanto a la entrada como a la salida del mismo y en donde existen barreras de aire con el exterior. El manejo del material limpio y contaminado se realiza por canales altamente controlados. Ejemplos de este nivel son los virus de: Junín, Ébola, fiebre aftosa, del VHI y Marburg.